La Chocolatería San Ginés se ha convertido en un lugar típico y referente en su especialidad que se encuentra abierto todos los días durante las 24 horas. Así, posee grandes filas para comprar sobre todo en fechas previas a festejos como navidad y año nuevo.
Esta chocolatería cuenta con varias sucursales incluso en la misma zona debido a su alta demanda y concurrencia. Concretamente, producen en promedio casi 30 mil churros diarios y alcanzaron un record de más de dos millones de personas en el último año.
“Cada año crecemos entre 15 y 20%”, aseguró Delphi Artiñano, responsable de San Ginés. Se trata de algo más que una chocolatería que en las últimas décadas se ha convertido en una referente de su especialidad en la capital española.
La historia de San Ginés
La Chocolatería San Ginés nació en 1894 con el objetivo de ser un mesón o una hospedería y resultó un establecimiento que elaboraba churros con una técnica tradicional (y muy conocida en aquel entonces) denominada A Hombro.
Así, San Ginés fue incrementando la cantidad de clientes y, durante la Segunda República, cambió su nombre a La Escondida. Es un lugar tan tradicional y famoso que está proclamado como centro histórico turístico por parte del Círculo de Lectores y el Ayuntamiento de Madrid.
Durante principios del Siglo XX San Ginés fue nombrada como El Maxim’s golfo debido a que habían cerrado todos los cafés de la Puerta del Sol y, por lo tanto, era el único establecimiento donde las personas podían tomar algo caliente.
Como si fuese poco, esta chocolatería se encuentra presente en diferentes obras literarias como, por ejemplo, la Buñolería Modernista y Luces de Bohemia. Su ubicación es estratégica (muy cerca de la Puerta del Sol), por lo que reúne no solo a personas oriundas de Madrid, sino también a cientos de miles de turistas.
Éxito actual de San Ginés
Esta chocolatería cuenta actualmente con una sucursal en Tokio, Japón, en el barrio de Shibuya y, claro está, pretende ostentar el mismo éxito que logró en la capital de España. También presenta otras dos sucursales en Bogotá y una en México, lo que la convierte en una referente mundial del chocolate.
San Ginés evidencia de manera constante su tradicionalidad y su cualidad de chocolatería antigua ya que tiene dos plantas con castizas mesas de mármol blanco y un mostrador revestido de azulejería. Las mismas son muy concurridas durante todo el año, incluso en los meses de calor.
En su interior, esta chocolatería dispone de un interior de madera, paredes verdes, un salón principal, el piso bajo y el mencionado mostrador. También cientos de fotos de clientes y famosos que en algún momento estuvieron allí. Todo esto tiene un único objetivo: recordar los cafés de hace 100 años.
Así, San Ginés de Madrid cuenta con una historia que la mantiene en obras literarias y en guías de turismo. Se trata de un lugar muy recomendado y considerado indispensable para visitar por sus chocolates exquisitos y sus precios económicos.